viernes, 16 de octubre de 2009

HIPATIA en Ágora

El plan para el sábado noche: encantadora compañía, predisposición al disfrute, buena elección de cine y 'la elección de la peli'. He de reconocer que no soy muy cinéfila, en cambio sí suelo tragarme lo que me venden. En este caso lo vendido es ÁGORA así que... ¿por qué no verla?
El curso pasado un compañero me había presentado a la auténtica Hipatia y qué gran sorpresa cuando vi que la película relataba su vida, ya que iba sin conocimiento alguno del argumento. Sin embargo, no es ése el único motivo por el que la obra de Amenábar me encantó. La recomiendo a cualquiera que aprecie las críticas (esté de acuerdo o no) a los hechos acontecidos a lo largo de la historia.
Ágora es un largometraje bello: su fotografía lo es, sus personajes (representados por magníficos actores y genial actriz) lo son, y sus diálogos no son gratuitos, todo tiene un por qué y un sentido. Un gesto, una mirada, una frase, un plano general, vistas de pájaro, música... te envuelve, te hace SENTIR y PENSAR. He ahí la genialidad de la obra.

El film no deja de tener críticas muy negativas desde grupos que se sienten ofendidos o dañados por la forma en la que el director relata su historia, no obstante a las que no queremos ver maldad en esta descripción nos ha hecho estremecernos, emocionarnos y reflexionar.




¡Qué miedo me da la intolerancia! Prometo que no voy a comisión con Alejandro. La ofrezco como una opción cultural en la que no todo se nos da masticado sino que la visión del director propicia el despertar de la mente crítica en el espectador y, ni que decir tiene, en las espectadoras.

Disfruten y luego me lo cuentan.

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